Viaje de ida y vuelta Entradas

Toda mi vida he sido una persona que no le ha gustado vivir haciendo planes a medio o largo plazo y desde 2018, que empecé a vivir como nómada digital, mis planificaciones no han solido alargarse más de uno o dos meses vista.

El año pasado, sin embargo, volví para estar unos meses en Zaragoza mientras me re equipaba: Quería comprarme un MacBook nuevo, actualizar el IPhone y el Apple Watch, aparte de algunas otras cosas menores del equipo que siempre llevo conmigo,

La idea era quedarme unos meses en un sitio económico mientras hacía esa inversión, volver a recuperar algunos ahorros e irme a Irlanda ya para establecerme finalmente allí.

No obstante, a principios de año empecé a sentirme cansado durante la mayor parte del día. No le di mucha importancia porque durante toda mi vida siempre he sufrido de altibajos anímicos y me dije a mi mismo que se me pasaría en unas semanas.

Pero después, ya en abril, lo que era cansancio, pasó a agravarse bastante. Llegaron los mareos, el necesitar estar tumbado 14-16 horas y las piernas empezaron a fallarme. Además, empecé a vomitar casi todo lo que comía y lo achaqué a una vieja hernia que tengo desde mi viaje por el Camino de Santiago en 2012.

Hace dos semanas la cosa fue a mucho peor y casi no podía caminar, así que llamé a una ambulancia para que me trajeran a urgencias, pensando que la susodicha hernia se había ahogado y tenían que operarme de urgencia.

Cuando llegué me hicieron un montón de pruebas, descartando lo que yo pensaba que me pasaba, hasta que el médico que me llevaba me palpó las axilas y me dijo “aquí tienes un bulto”.

Efectivamente, dos biopsias después el diagnóstico ha sido de un Linfoma de tipo que no consigo recordar, porque me lo confirmaron el lunes, pero tenía un nombre extraordinariamente largo.

Lo que me quedó claro es que me estaba creando una masa de 19 cms que me presiona la columna y la hematóloga que me trata estaba bastante preocupada, con lo que ayer empecé ya con la quimio.

Llevo ya 10 días ingresado en el hospital y aunque parezca mentira, más allá de estar preocupado por el linfoma, lo que más me está afectando es que me haya roto completamente mis planes.

Continuaré en otro momento hablando de mi experiencia en el hospital y los problemas que me vienen los próximos meses a causa de la enfermedad.

Salud

Han pasado veinte años ya, desde que creé mi primer blog.

Lo recuerdo con cariño ya que lo hice al salir del ejército, antes de convertirme en programador, y me sentía con la libertad de escribir sobre lo que me apetecía, con la pequeña ilusión de que tal vez mis amigos o algún desconocido que se hubiese perdido, leyese mis tonterías.

Hoy nos encontramos con un Internet muy diferente al que había en 2005.

Desde que aparecieron las redes sociales, aquella magia que había en la red desapareció. La gente ahora solo busca contenido de consumo rápido y publican lo que les va a dar más interacciones, aunque sea publicaciones vacías la mayoría de ocasiones.

Yo también caí en esa espiral. De todas las webs que tuve después de aquel primer blog, lo que escribía era pensando siempre en aumentar mis lectores, sobre temas que muchas veces no me interesaban y llegué a vivir obsesionado por si un artículo no se había leído lo que yo esperaba cuando lo escribí.

Tal vez sea el Internet que tenemos ahora, pero yo llevo muchos años queriendo volver a tener un sitio personal, sin importar que nunca me llegue a leer nadie.

Además, lo hago en un momento de mi vida bastante duro, de lo que hablaré en otro momento y que seguramente estaré centrado durante los próximos meses, aunque espero poder compartir muchas otras cosas de mi estilo de vida como nómada digital: viajar, gastronomía, historia, tecnología…

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